5 técnicas sencillas para la culpa por no haber hecho más
5 técnicas sencillas para la culpa por no haber hecho más
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Todos nos hemos contrario alguna ocasión delante una situación que hemos gestionado como hemos podido, tal tiempo sin tener la información o la paciencia necesaria, causando un malestar a otra persona.
3. “A veces, deberíamos pensar dos veces antiguamente de tomar decisiones impulsivas que lastiman a aquellos que amamos porque el arrepentimiento siempre llega tarde o temprano.”
Lo que viene a afirmar es que no se proxenetismo de eliminar ninguna parte de nosotros sino, más perfectamente, de aprender a manejar e integrar todos los instrumentos de nuestra personalidad.
La obra poética de Rupi Kaur nos da lecciones de amor propio, porque sucede que no siempre nos sentimos arrepentidos por haber atentado contra el otro. Cuando nos quedamos voluntariamente soportando abusos y maltrato, los perjudicados somos nosotros mismos.
Asumir la responsabilidad de nuestros actos, aprender de nuestros errores y inquirir el perdón son pasos esenciales en este proceso de sanación del corazón.
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2. Escoge el momento adecuado: Nominar el momento adecuado para disculparse es esencial. Asegúrate de que la persona website esté en un estado emocional receptivo para escuchar tu disculpa.
El arrepentimiento en esta situación puede impulsarnos a ser más valientes y comprometidos en nuestras futuras relaciones, aprendiendo de los errores del pasado.
Analiza si el pleito que haces de ti mismo es ecuánime o si te estás juzgando en exceso. Para ello, un control que ayuda muchísimo es imaginar que aquello de lo que te estás culpando le ha sucedido a una persona que quieres mucho. ¿La enjuiciaríVencedor con la misma dureza? ¿Qué le diríVencedor?
Las personas que tienden a comprobar culpa suelen interpretar la existencia de forma parcial o sesgada. Esto las lleva a centrarse en sus errores y magnificarlos, mientras que minimizan sus logros.
Hay situaciones en que las circunstancias no se pueden controlar y nos vemos superados por un cúmulo de factores.
El primer paso para sanar nuestro corazón es reconocer nuestros errores y contraer la responsabilidad de nuestras acciones. No podemos cambiar el pasado, pero podemos aprender de él y hacer las cosas de guisa diferente en el futuro.
Las personas más culposas han recibido una educación muy rígida con relación a cómo deben de ser las cosas e incluso necesitarían poder pelearse contra la rigidez normativa o de quien le impone.
La longevoía de personas que suelen tener un sentimiento de culpabilidad en su mente tienen la tendencia de quejarse continuamente. Esto hace que la negatividad de este sentimiento se extrapole a todos los ámbitos de su vida.